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noviembre 25, 2022    /    Noticias

El valor añadido de los medicamentos genéricos

En Zentiva trabajamos principalmente con marcas pero también fabricamos medicamentos genéricos, un tipo de producto con valiosas ventajas gracias a su alto valor añadido. Los genéricos son fármacos idénticos a sus homólogos de marca en lo que respecta a su uso previsto, su calidad, su potencia, su seguridad y su forma de dosificación, entre otros. Es su impacto social el responsable de marcar la diferencia.

La aspiración de Zentiva es hacer de la asistencia sanitaria un derecho y no un privilegio. El valor de los lanzamientos de productos patentados radica en su novedad, ya que introducen medicamentos exclusivos de investigación puntera. Los genéricos, por su parte, contribuyen a la mejora de los sistemas sanitarios facilitando el acceso a más pacientes.

Los medicamentos genéricos son lanzados cuando la patente en vigor que posee una marca ha expirado. Una patente estándar tiene una vigencia de veinte años en el tiempo, prorrogables cinco más en territorio europeo bajo solicitud de un Certificado de Protección Adicional (SPC). Una vez pasado ese tiempo, el medicamento se puede comercializar como un genérico, con todas las ventajas que esto supone.

El valor añadido de un genérico viene marcado sobre todo por la drástica reducción del coste del tratamiento. Los genéricos gozan de unos costes de producción muy reducidos, ya que no precisan de la misma investigación previa como los nuevos lanzamientos de marca, pues esta ya está realizada. En general, se benefician de los esfuerzos tanto en investigación, en producción o en marketing que sus homólogos de marca ya han realizado previamente. Siendo idénticos en lo fundamental a estos productos de firma, los genéricos suponen así un ahorro mayúsculo tanto para los sistemas sanitarios como para los pacientes. Las implicaciones de este ahorro siguen reportando beneficios con el tiempo. Por ejemplo, el gran ahorro que permiten libera recursos para dedicar a otros tratamientos o servicios más caros.

Los genéricos son sometidos a todos los controles regulatorios y de aprobación en vigencia. Deben presentar bioequivalencia con sus homólogos, esto es, que puedan ser intercambiados indistintamente entre sí, gracias a que actúan en el cuerpo de manera idéntica.

Una vez liberada una patente, la competencia por fabricar un genérico hará descender aún más su precio. Si la demanda es suficiente, el medicamento multiplica su capacidad para hacerse accesible para más personas. En resumidas cuentas, consumir medicamentos genéricos contribuye a extender esa accesibilidad y a mejorar todavía más la eficiencia del producto en el tiempo.